05 April, 2010

Salt

Cuantas noches he pasado con la sal
acurrucándome, con toda la fuerza del mar y el viento y la soledad y la química.

Como ensalada mixta de sentimientos,
pero el ingrediente más fuerte siempre es la sal.

Uvas dulces, color de tinta de pulpo.
Parecen ojos que me miran mientras lloro.

Espinaca, sabor fuerte, de tierra.
Color seguro de sí mismo, aguantándose el peso de los otros ingredientes.

Tomates siempre acordándole a uno al Mundo Viejo.
Queso, aguacate, limón, elote.

La sal que le falta a la ensalada la creo yo.

Las lágrimas, apareciéndose por razones poéticas como:
El silencio, La decepción, La historia,
dan sabor a el platillo de tantas caras.

Me conoces, y sabes que soy adicta
al sabor, a la pena, al riesgo.

Sufro no por el corazón herido por tanto sodio,
pero por la memoria que sigue sin engañarse.

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