Respóndeme sin palabras, diciéndome que me has amado
por siempre.
Dime que te enloqueces pensando en mi cuerpo, boca, ojos,
con lujuria.
Ruégame que te ame, que sigamos enamorados, ciegos y
sin razones.
Regálame porquerías que yo luego quiera tirar al basurero,
con risa.
Dame la oportunidad de rechazarte, de ignorarte, brava y
con fuerza.
Defiéndete con llantos y declaraciones antiguas, amenazando
sin poder.
Vuélvete loco por mí, destrozado por amor y rechazo, cubierto
de lagrimas.
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